La lisina es uno de los aminoácidos más importantes debido a que pertenece al grupo de los aminoácidos esenciales.
La lisina no se forma en el organismo, pero es muy importante y debe ingerirse en cantidades suficientes a través de los alimentos.
Funciones de la lisina
La lisina interviene en la construcción de todo tipo de proteínas. Este aminoácido esencial es necesario para el crecimiento normal y el fortalecimiento de los huesos en los niños pequeños. Favorece la absorción de calcio y mantiene el equilibrio de nitrógeno en niños más mayores.
La lisina ayuda en la producción de hormonas, enzimas y anticuerpos, además de ayudar en la formación de colágeno y la reparación de tejidos. Debido a que ayuda a formar proteínas en los músculos, la lisina se usa para lesiones deportivas y heridas quirúrgicas. También reduce el nivel de triglicéridos séricos.
Otra propiedad extremadamente importante de la lisina es su capacidad para contrarrestar los virus del herpes. Este aminoácido extremadamente importante no puede curar ni destruir el herpes porque su modo de acción es diferente. La lisina tiene la interesante propiedad de detener el metabolismo de la arginina - otro aminoácido necesario para la replicación del virus del herpes.
Además de mantener importantes funciones fisiológicas del organismo, la lisina se utiliza con gran éxito en medicina terapéutica debido a sus importantes funciones en relación con el sistema inmunológico y la superación de infecciones virales. La suplementación del aminoácido esencial ha tenido más éxito en la prevención y el tratamiento del herpes simple.
Deficiencia de lisina
Es muy importante señalar aquí que tanto la lisina como la arginina están presentes en los alimentos, porque no es posible tener un solo aminoácido. Sin embargo, la proporción es importante: más lisina que arginina.
Lamentablemente, los alimentos que la mayoría de las personas ingieren a diario contienen más arginina que lisina. Estos son cereales, pastas. Por lo tanto, el suministro de lisina es limitado y, en consecuencia, se puede experimentar una deficiencia de lisina.
Muy a menudo, con la edad, aparece una falta de lisina, que, a su vez, puede reducir la síntesis de proteínas y ralentizar la formación de tejido conectivo y muscular. Dado que el cuerpo no puede formar lisina por sí solo, es obligatorio asegurar su ingesta a través de los alimentos en forma de suplementos.
La deficiencia de lisina afecta negativamente a la síntesis de proteínas. Esto provoca debilidad, fatiga, falta de apetito, falta de concentración, irritabilidad y pérdida de peso.
Fuentes de lisina
La dosis recomendada de lisina se calcula en 3-5 g al día. La mayor parte de lisina está contenida en la margarina, por lo que no debemos limitarnos por completo a este producto que de otro modo sería controvertido. También son ricos en lisina el queso, los lácteos, la nata, la mantequilla y los helados de leche y nata.
Las frutas exóticas como papaya, mango y aguacate son buenas fuentes de lisina. Otras frutas similares son los albaricoques, manzanas, peras e higos. La remolacha, los tomates rojos y varios tipos de pescado también aportan lisina al organismo.
Se debe elegir el tipo de carne que incluya menos tejido graso y más fibras musculares: filetes, paletas, muslos. Se da preferencia al pollo y pavo, ternera y vacuno, jamón e hígado.
Conviene conocer los productos en los que la relación entre arginina y lisina está a favor del segundo aminoácido, que tiene efecto antiherpes.
Para reducir la recurrencia del virus del herpes, se deben reducir los productos que tienen un alto contenido de arginina y favorecen aún más la reproducción del virus. Estos son los diferentes tipos de frutos secos, cafeína, chocolate, gelatina, cebolla, ajo.
No debemos privarnos de estos productos, pero es bueno tomarlos con otros alimentos que equilibren la cantidad de arginina con lisina. Excelentes ejemplos de este tipo de combinaciones son el café con leche, frutos secos con yogur.
