Las gambas son habitantes marinos y son los representantes más pequeños de los crustáceos. Llean a medir hasta 30 centímetros de largo, pero las que encontramos en el mercado son de sólo 7-8 centímetros. El tamaño del camarón o gamba también determina su precio.
Para asegurarte de que las gambas sean de buena calidad, presta atención a si la cáscara está húmeda, no tienen un color amarillento, no tienen manchas negras en las patas y la cabeza no es de color oscuro. Si son de color amarillo, entonces han sido tratados con productos químicos, y si tienen rayas blancas, entonces esto es una señal de que han sido congeladas.
En los últimos años, la demanda de gambas y langostinos se ha multiplicado. Esto lleva a una reproducción inadecuada para obtener una gran cantidad de gambas en poco tiempo. Lamentablemente, en este caso, los camarones y gambas padecen diversas enfermedades, se tratan con antibióticos y pueden ser peligrosas para nuestra salud.
Al comprar gambas, camarones o langostinos es bueno saber que las que son silvestres contienen proteínas que son buenas para nuestro organismo.
Las gambas criadas en granjas artificiales pueden causar graves daños a nuestro organismo. Por ejemplo, podemos desarrollar diversas alergias, enfermedades neurológicas, desarrollar infecciones en el cuerpo y muchos otros problemas de salud.
Muy a menudo, el consumidor final no tiene la oportunidad de obtener información sobre el origen del camarón o gamba que consume. En los restaurantes, por ejemplo, no hay forma de saber de dónde vienen las gambas, si están infectadas, con qué fueron procesadas y cuáles serán las consecuencias para el organismo.
Con qué se tratan las gambas
Las gambas que se importan de diferentes países están tratadas con productos químicos prohibidos y esto puede tener graves consecuencias para nuestro organismo. Uno de los químicos más utilizados es el organofosforado. Este químico causa dolores de cabeza, problemas de memoria, es tóxico para las mujeres embarazadas, puede dañar al bebé e incluso provocar su muerte.
Otro químico comúnmente usado para tratar gambas criadas artificialmente es un agente antifúngico llamado verde de malaquita. Se ha demostrado que causa tumores en ratones. La rotenona es otra sustancia química utilizada para tratar las gabas. Provoca problemas respiratorios y riesgo de Parkinson.
Otros productos químicos son los compuestos organoestaño. Provocan problemas en el sistema hormonal y exceso de peso.
Para conservar las gambas y tener una buena apariencia comercial, también se les trata con conservantes. Provocan cáncer de mama y dañan el esperma en los hombres.
Las granjas camaroneras y la cría artificial de grandes cantidades de camarones son extremadamente perjudiciales para los peces. Se necesita más de 1 kilogramo de pescado para producir medio kilogramo de camarones y alimentarlos. Este hecho conduce a una disminución de las poblaciones de peces.
¿Por qué son tan beneficiosas las gambas salvajes?
Las gambas que no proceden de granjas artificiales son muy útiles para nuestro organismo. Son ricos en proteínas, aminoácidos, ácido glutámico, lisina, lecitina y 14 ácidos grasos.
Las gambas contienen ácidos grasos omega-3, que son muy importantes para el corazón y protegen contra enfermedades cardiovasculares. Otro ácido que se encuentra en las gambas es el ácido eicosapentaenoico. Es muy importante para nuestro sistema nervioso y cerebro.
El ácido docosahexaenoico también es extremadamente beneficioso para el cerebro humano. También entra en la composición de los camarones. Los tres ácidos enumerados ayudan con la depresión, mejoran la memoria y aumentan nuestra concentración. El ácido docosahexaenoico es uno de los componentes importantes de la leche materna. Es responsable del desarrollo mental de los bebés. Esto demuestra sus propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
Además de los ácidos grasos, las gambas también contienen muchas vitaminas. Son ricas en vitamina C, vitamina A, vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B9 y 12). Además, los camarones contienen calcio, sodio, potasio, hierro, magnesio, zinc, cobre, fósforo, selenio, yodo y muchos otros oligoelementos. El yodo es extremadamente importante para el buen funcionamiento de la glándula tiroides.
Otros beneficios para el organismo del consumo regular de gambas es que las sustancias que contienen protegen contra el cáncer y son muy beneficiosas para nuestro sistema inmunológico. Además, las gambas ayudan al metabolismo normal de las sustancias del cuerpo y son buenas para el sistema endocrino.
Por último, pero no menos importante, son beneficias para la belleza femenina. Las gambas contienen muchas vitaminas y minerales, lo cual es importante para la piel, el cabello, las uñas y los dientes. Gracias a la composición de las gambas podemos lucir jóvenes y bellas durante más tiempo.
Por eso, incluye periódicamente en tu menú: