Para que nuestro cuerpo funcione correctamente, necesita una amplia gama de vitaminas y minerales para garantizar el funcionamiento de todos los órganos y procesos del organismo humano. El magnesio, junto con el zinc y el manganeso, es uno de los principales factores en la implementación de reacciones de coenzimas vitales. Se puede decir que el magnesio es fundamental para mantener una buena salud.
Pero a menudo en el organismo de las personas modernas hay una deficiencia de magnesio. En primer lugar se debe a la dieta que sigue nuestra sociedad. En la practica, las personas de países desarrollados no obtienen suficiente magnesio de los alimentos. Un factor importante es la sensibilidad del magnesio al refinado y al tratamiento térmico, así como el uso de fertilizantes e insecticidas, que provocan cambios en los niveles de magnesio en la tierras de cultivo y de ahí su saturación en alimentos vegetales.
La deficiencia de magnesio se observa en enfermedades del tracto gastrointestinal como la enfermedad de Crohn, diarrea y vómitos frecuentes, problemas renales y diabetes.
Los primeros síntomas de la deficiencia de magnesio son pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilidad. Si la deficiencia persiste, pueden ocurrir calambres musculares, entumecimiento, hormigueo, cambios de comportamiento, espasmos musculares e incluso cambios en el ritmo cardíaco.
Esto se puede prevenir si se incluyen alimentos ricos en magnesio en el menú diario. Entre ellos se encuentran los cereales, semillas (linaza, semillas de sésamo, tahini se sésamo), frutos secos como nueces, nuez de Brasil, avellanas y almendras. Algunas hierbas y verduras de hoja verde como las espinacas, la albahaca, la menta, la verdolaga y otras son ricas en magnesio.
Durante el embarazo, después de episodios severos de diarrea o vómitos prolongados, así como en el deporte durante el ejercito intenso, es bueno tomar magnesio adicional, pero no se debe exceder la dosis diaria recomendada.
La ingesta de magnesio en forma de suplemento debe realizarse en ayunas con unos 200 ml de agua. También se puede tomar con alimentos, siempre que no sean ricos en fibra insoluble, fititas y oxalatos. El magnesio se absorbe mejor si se toma junto con vitamina C o vitamina D, mientras que el calcio, el fósforo, el hierro y el cobre interfieren con su absorción.
