Aquí tienes algunos consejos para escalfar membrillos:
Elija membrillos maduros, fragantes y firmes. Deben tener un color amarillo intenso y emitir un aroma agradable. Evite los membrillos que estén demasiado blandos o magullados, ya que es posible que no mantengan su forma durante el proceso de caza furtiva.
Lave bien los membrillos para eliminar la suciedad o la capa de cera. Pelar la piel de los membrillos con un pelador de verduras y cortarlos por la mitad o en cuartos. Retire el corazón y las semillas de cada pieza, ya que pueden ser bastante duras y fibrosas.
Prepare un líquido fragante para escalfar que infundirá el sabor de los membrillos. Los ingredientes comunes para el líquido incluyen agua, azúcar, especias (como palitos de canela, clavo de olor o anís estrellado) y ralladura de limón o naranja. También puede agregar una gota de jugo de limón o una cucharada de miel para realzar el sabor.
Coloque los membrillos en una olla grande o una cacerola preparada y vierta el líquido de escalfar sobre ellos. Asegúrate de que los membrillos estén completamente sumergidos en el líquido. Lleve la mezcla a fuego lento a fuego medio, luego reduzca el fuego a bajo. Deje que los membrillos se tuesten lentamente, sin tapar, durante aproximadamente 1 a 1.5 horas. Es importante mantener el fuego bajo para evitar que los membrillos se deshagan.
A medida que los membrillos se expanden, el líquido se impregnará de sus sabores. Rociar los membrillos con el líquido de vez en cuando para que se cocinen uniformemente y absorban el sabor. También puede rotar los trozos de membrillo durante el proceso de cocción si es necesario.
Para comprobar si los membrillos están listos, pincharlos con un tenedor o un cuchillo. Deben estar tiernos pero aún así mantener su forma. Los tiempos de cocción pueden variar según el tamaño y la madurez de los membrillos, así que vigílelos de cerca. Una vez que hayan alcanzado la ternura deseada, retira los membrillos del líquido de escalfar y reserva.
Aumente el fuego a medio-alto y deje que el líquido se reduzca y espese. Esto intensificará los sabores y creará una consistencia similar a la de un jarabe. Vigila el líquido para que no se queme.
Coloque los membrillos escalfados en platos de servir y verter sobre ellos el líquido de escalfado reducido. Se pueden comer calientes o frías. Los membrillos escalfados a menudo se sirven con una cucharada de nata montada, helado de vainilla o junto con una rebanada de pastel.
Los membrillos escalfados se pueden guardar en la nevera durante varios días, lo que permite que los sabores se desarrollen aún más. Son un delicioso postre por sí solos o se pueden usar como topping para yogur, helados, avena o tortitas. ¡Disfruta de la textura aromática y delicada de los membrillos escalfados!
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