El verano es la estación para obtener vitamina D, de la forma más rápida y sencilla con la ayuda del sol, mientras que en invierno la falta de luz solar afecta la síntesis de esta vitamina.
La vitamina D es una vitamina liposoluble y existe en varias formas: D1, D2, D3, D4 y D5. Fue descubierta en 1782 y hoy en día es muy conocida por su papel positivo y su influencia en los sistemas nervioso e inmunológico.
La falta de vitamina D en los alimentos puede provocar esclerosis múltiple, diabetes tipo 2, depresión, enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta, etc.
Aunque es raro notar algún efecto secundario por una sobredosis de vitamina D, es necesario conocer la dosis diaria recomendada.
Efectos secundarios de la sobredosis de vitamina D
- dificultad para hablar y dolor de cabeza;
- irritabilidad, fatiga;
- náuseas y vómitos;
- debilidad muscular;
- disminución del apetito y pérdida de peso.
La dosis diaria de vitamina D recomendada es diferente para personas de distintas edades.
- personas de hasta 65 años de edad - tomar hasta 400 unidades UI;
- personas mayores de 65 años - tomar hasta 800 -1000 unidades UI;
- la ingesta diaria recomendada para deportistas es de 800 unidades UI.
Propiedades de la vitamina D
- aumenta la inmunidad y protege contra los resfriados y la gripe durante los días fríos;
- es un agente antiinflamatorio extremadamente fuerte;
- reduce el desarrollo de diabetes, lupus y esclerosis múltiple;
- equilibra el nivel de azúcar en la sangre en el cuerpo;
- fortalece los huesos, la piel y los músculos;
- reduce la presión arterial;
Deficiencia de vitamina D
- artritis e insuficiencia renal;
- acné, asma, diversas manifestaciones alérgicas;
- enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial;
- osteoporosis, artritis reumatoide, raquitismo, debilidad muscular,
- diabetes tipo uno y dos;
- cáncer de ovario, cáncer de mama y cáncer de colon;
Alimentos ricos en vitamina D
El pescado es una de las principales fuentes de vitamina D:
- salmón;
- caballa
- sardina etc.
El hígado también es una rica fuente de vitamina D junto con la leche, la yema, el queso, la mantequilla, la yema de huevo y otros. Muchas verduras, frutos secos y cereales integrales también deben estar presentes en nuestra dieta para evitar la deficiencia de vitamina D.