Contrariamente a la opinión de muchos que suponen que el té se toma sólo cuando una persona está resfriada o enferma, resulta que esta bebida es la más popular después del agua, independientemente de si se consume fría o caliente.
El té se toma en todo el mundo, desde los rincones más remotos de África hasta la Antártida. Y todo tipo de tés, tanto negros como verdes, infusiones de hierbas y de frutas. Una bebida universal consumida por miles de millones de consumidores.
Sin embargo, aquí nos centraremos en un tipo de té más especial conocido como Té de Hibiscus o Agua de Jamaica.
Llamado por muchos el té más refinado y delicado debido a sus pétalos de color rojo carmesí, El té de hibisco sirve no sólo para disfrutar y calmar la sed, sino que también tiene numerosos beneficios para la salud humana.
El té de hibiscus también se puede encontrar a menudo como té de hibisco o, con menor frecuencia, como Agua de Jamaica. Está disponible en sobres, a granel o incluso como complemento dietético. Es bien conocido por las personas que tienen presión arterial alta porque se ha demostrado que la reduce, a menudo sin necesidad de medicamentos sintéticos.
La composición del té de hibisco incluye numerosos antioxidantes, además de antocianinas, como los arándanos y las frambuesas. Es bajo en calorías, no contiene cafeína y ha demostrado sus propiedades curativas.
Además de regular la presión arterial, el té de hibiscus también se utiliza para regular el sistema digestivo, para adelgazar, contra los dolores de estómago (también actúa como analgésico durante el ciclo menstrual), tiene efectos antiinflamatorios. y propiedades antibacterianas. Estudios recientes demuestran que incluso reduce el riesgo de cáncer.
Como ocurre con cualquier té, y con el hibisco, hay que tener cuidado de no excederse. Para obtener todos los beneficios del hibisco mencionados anteriormente, basta con consumir 1-2 cucharaditas a diario. Con un uso prolongado, así como con un exceso de dosis, existe el peligro de volverse tóxico para el hígado y los testículos. Asimismo, no se recomienda su consumo por parte de mujeres embarazadas y lactantes.
Para finalizar el artículo añadiremos que las hojas de hibisco no se deben remojar en agua por mucho tiempo, ni se debe hervir el agua en sí, porque de esta forma se pierden sus sustancias valiosas. Según algunos estudios sobre las propiedades del té para reducir la presión arterial, es incluso mejor remojar el hibisco en agua fría (o tibia) que en agua caliente.
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