Clorofila

Yordanka Kovacheva
Traducido por
Yordanka Kovacheva
El brócoli está rico en clorofila

La clorofila es un pigmento orgánico que se encuentra en todas las plantas verdes y algas. Quizás no haya persona que no sepa que la clorofila es el factor clave en la fotosíntesis, absorbe la luz solar y la utiliza para convertir el dióxido de carbono en energía química.

No es casualidad que algunas personas llamen a la clorofila el equivalente vegetal de la sangre humana porque es la principal fuente de vida vegetal. La otra razón es que la clorofila está estructurada a nivel molecular casi como la hemoglobina en la sangre humana. La diferencia está en el átomo central de la molécula de clorofila, que contiene magnesio en lugar de hierro.

En el año 1926, el científico Charles Schnable estudió el pasto de trigo y la posible conexión entre la hemoglobina en humanos y la feofitina en el cloroforilo. Investigaciones posteriores sólo confirmaron el descubrimiento y todas llevaron a la conclusión de que la cloroforila es un estimulante de los glóbulos rojos en la médula ósea.

Beneficios de la cloforila para la salud humana

Por primera vez, la cloroforila comenzó a utilizarse con fines médicos a mediados del siglo pasado. Realiza dos funciones muy importantes: mejora la circulación sanguínea y aumenta la hemoglobina.

La cloforila tiene un efecto beneficioso sobre el sistema cardiovascular, mejora el funcionamiento del útero y los pulmones, limpia el hígado de toxinas, metales pesados ​​y productos de desecho. Tiene una acción antiinflamatoria, antioxidante y regeneradora muy valiosa.

Varios expertos creen que uno de los beneficios más importantes para la salud que aporta la clorofila es que enriquece la sangre con oxígeno y, al mismo tiempo, la purifica de toxinas nocivas.

La clorofila protege y ayuda en el tratamiento de la aterosclerosis, favorece la recuperación de los tejidos, cura heridas y enfermedades asociadas a la presencia de cálculos de oxalato.

Clorofila

La clorofila mejora la función de la glándula tiroides y aumenta la inmunidad, protege contra infecciones bacterianas, virales y fúngicas.

Está comprobado que la cloroforila tiene propiedades anticancerígenas pronunciadas, bloqueando y eliminando sustancias químicas nocivas del cuerpo que dañan el ADN. La clorofila tiene altos niveles de vitamina A, lo que la convierte en un poderoso antioxidante.

La clorofila también contiene ácido fólico, hierro, proteínas, calcio, vitaminas K y C, todos los cuales son extremadamente importantes para fortalecer la inmunidad. A la clorofila también se le atribuye acción antiséptica porque fortalece la integridad de los tejidos y aumenta la resistencia celular, lo que, a su vez, previene el crecimiento bacteriano.

La clorofila es extremadamente valiosa y sirve para eliminar el mal aliento y otros olores corporales desagradables. Ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, lo que resulta que también elimina el mal aliento.

La clorofila aporta una gran cantidad de magnesio y ayuda a llevar oxígeno a todos los tejidos y células del cuerpo. El magnesio es importante no sólo para el suministro de oxígeno, sino también para la formación de huesos, nervios y músculos.

Además de todo esto, es crucial para la salud de los riñones, el hígado, los sistemas digestivo y nervioso, el sistema cardiovascular, las glándulas, las hormonas secretoras y el cerebro. Todos ellos dependen del magnesio para que funcionen correctamente. La clorofila ayuda a combatir la anemia porque estimula los glóbulos rojos.

La forma moderna de alimentarse, con muchos productos refinados, prefabricados, bajos en fibra y ricos en grasas, provoca graves problemas en el estómago y el colon. Son los vegetales verdes ricos en cloroforilo los que ayudan a una buena salud del colon.

Fuentes de clorofila

La clorofila tiene una serie de sustancias que la convierten en una parte valiosa de una dieta sana y saludable. Se encuentra principalmente en las verduras de color verde oscuro: espinacas, col rizada, brócoli, lechuga y guisantes. Se encuentra en el trigo y la cebada, la espirulina y algunas algas. La regla general es que cuanto más verde es un alimento, más rico será en cloroforilo.

Sin embargo, cuando se consumen estas verduras, no se deben someter a un tratamiento térmico prolongado porque la calor reduce la clorofila que contienen. Es mejor comerlos crudos o cocidos brevemente.

Verduras de hoja verde

Hoy en día la clorofila se puede encontrar en forma de diversos complementos nutricionales que se pueden encontrar y comprar en tiendas especializadas. Sin embargo, lo mejor es obtener esta valiosa sustancia de fuentes vegetales naturales.

Un nuevo estudio proporciona muchos datos interesantes sobre el consumo de alimentos ricos en clorofila. Resulta que lo mejor para las personas es consumir las verduras cuando han estado al sol, porque de esta manera las mitocondrias de las células humanas producen mucha más energía.

Esta misma investigación afirma que gracias a una dieta rica en cloroforila las personas son capaces de captar la luz solar de una determinada longitud de onda, lo que aumenta la energía producida por las mitocondrias.

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