La carne picada es uno de los ingredientes principales de nuestra cocina nacional. Existen decenas de platos que se preparan con el producto cárnico. Utilizamos la carne picada para sopas, platos principales, asados, así como para hacer salchichas crudas ahumadas, cocidas y secas. Se utiliza principalmente carne picada de cerdo, ternera o una mezcla de ambas.
En otras partes del mundo, sin embargo, y especialmente en el mundo musulmán, se utiliza la carne picada de cordero con gran respeto. Esto, por supuesto, no sólo tiene que ver con la religión, sino también con el increíble sabor del producto, así como con sus numerosos beneficios para la salud.
Como ocurre con la mayoría de los tipos de carne picada, el cordero no es 100% carne pura. En su producción se utiliza alrededor del 20% de carne de vacuno. En países fuera de Oriente Medio, a veces se utiliza carne de cerdo.
La carne picada de cordero es mucho más tierna, más fácil de formar y no tiene la propiedad de desmoronarse, como ocurre con otros tipos. La carne picada de cordero tiene un sabor y un aroma específicos que dan a los platos una sensación de exotismo oriental.
Sin embargo, las principales ventajas de la carne picada de cordero son sus múltiples beneficios para la salud humana. En primer lugar, la carne reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La carne picada es una fuente importante de ácidos grasos omega-3, que protegen nuestro cuerpo de la inflamación y las enfermedades de los vasos sanguíneos. También contiene una gran cantidad de ácido linoleico conjugado, que se ha demostrado que reduce el riesgo de inflamación y derrite la grasa corporal.
La carne picada de cordero tiene un alto contenido de selenio y zinc, sustancias que protegen nuestro sistema nervioso, ayudan a la visión y apoyan la inmunidad. Por último, pero no menos importante, mantienen el cabello sano, ayudan a que las heridas sanen más rápido y estimulan la fertilidad masculina y femenina.
El cordero también es una rica fuente de vitaminas B1, B2, B6 y B12, que estimulan el metabolismo y reducen el colesterol malo. El consumo frecuente de cordero regula el azúcar en sangre. Precisamente por eso se recomienda para diabéticos. Estimula un procesamiento más rápido de los carbohidratos en el cuerpo.
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