La higuera es un árbol característico del Mediterráneo y Asia, donde aún existe una gran variedad de formas silvestres. Es una planta que requiere mucho calor y alcanza una altura de hasta siete metros.
En algunas zonas más frías se cultiva como arbusto, pero en invierno se cubre con tierra para protegerlo de las heladas. Se considera que nuestro país es la frontera norte para la expansión del viejo continente.
Las hojas de higuera son grandes, de color verde oscuro y con una superficie rugosa. En climas más fríos se caen en otoño, y en países cálidos, la higuera tiene hojas, flores, frutos verdes y maduros en cualquier época del año.
Las propiedades curativas del higo permiten su amplio uso en la medicina popular. Ya en la antigua Grecia, el fruto del higo era muy valorado y utilizado como alimento que fortalece el organismo y le da fuerza.
Algunas variedades de higos secos contienen 6 g de proteína y 70 g de azúcar. El valor energético es de 340 kcal por 100 g de producto. Los higos tienen el nivel más alto de fibra de todas las frutas y verduras. Se tomaban como un medicamento que daba fuerza y energía a los pacientes que llevaban mucho tiempo enfermos y necesitaban recuperarse. El componente nutricional más importante de los higos es el azúcar, que constituye entre el 51 y el 74% de la fruta total.
Los higos se recomiendan en el tratamiento del asma, la tos y los resfriados. Una decocción tibia de higos en agua o leche se utiliza para los resfriados y la inflamación del tracto respiratorio.
Para ello es necesario lavar dos o tres frutas, que se mezclan con un vaso de leche y se hierven a fuego lento hasta que la leche se ponga de color marrón. Beba el líquido y coma los higos cocidos 2-3 veces al día entre comidas. Este curso de tratamiento, conocido en la medicina popular, no sólo elimina la tos molesta, sino que también fortalece el sistema inmunológico del paciente.
La dosis diaria es de 2 cucharaditas de fruta por 1 vaso de leche, bebiéndola 2 veces al día. Haga gárgaras con decocción de higos para la inflamación de las encías. El higo mejora el estado del estómago y los riñones y sirve como diurético.
El higo tiene pequeños granos que absorben y extraen los gases que se han acumulado en el estómago y los intestinos, y estos órganos pueden volver a funcionar correctamente.
En las enfermedades del sistema cardiovascular, los higos son especialmente beneficiosos, ya que son ricos en potasio. El potasio reduce la tensión en los vasos sanguíneos y los dilata. El higo juega un papel importante en la prevención de la hipertensión y es bueno para la anemia.
Las enzimas que contiene reducen la coagulación sanguínea y previenen la formación de trombosis vascular. Alivian los latidos del corazón y ayudan a la formación de células sanguíneas en el cuerpo.
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