En apariencia, la okra es similar a una vaina verde puntiaguda con forma cónica. Al cortar la okra, sale un jugo pegajoso, que sirve como espesante natural para sopas y salsas. Es beneficioso para quienes padecen gastritis y úlceras. La verdura crece solo en países con un clima cálido.
Los frutos de la okra se comen tanto frescos (por ejemplo en ensalada) como hervidos, guisados, rellenos, fritos, enlatados y también se utilizan para preparación de sopas y salsas.
La okra cruda se agrega a las ensaladas, también se marina y se fríe. Va bien con tomates, cebollas, maíz, pimientos y berenjenas.
Es importante saberlo: solo se utilizan para cocinar frutas jóvenes, no completamente maduras, de hasta unos 10 cm de largo y que no tengan más de 5 días desde el momento de la recolección.
La okra ayuda con la fatiga crónica, la depresión y el esfuerzo físico intenso, así como con diversas enfermedades respiratorias.
Para que las vainas de okra no queden resbaladizas y esponjosas, es necesario rociarlas y remojarlas en vinagre de vino durante 1 hora, luego enjuagarlas y quedan listas para el tratamiento térmico.
Es muy importante prestar atención a la precocción del producto. Los vellos finos que cubren la piel deben limpiarse. Si esto no se hace, el plato quedará amargo. Las fibras de la superficie de la okra junto con la piel serán mucho más fáciles de quitar si viertes agua hirviendo sobre la verdura.
Poner las vainas frescas de okra limpias y lavadas en agua salada y acidificada con vinagre. Hervir la okra durante 15-20 minutos.
Escurra el agua, ponga la mitad de las vainas en una fuente engrasada o refractaria, cubra con una capa de cebolla picada frita en mantequilla y cubra con la okra restante.
Vierta huevos batidos con leche y sal y hornee la okra fácil en el horno hasta que esté dorada. Servir el plato adornado con lechuga fresca.