Para estar sano y en buena forma, nuestro cuerpo necesita una variedad de alimentos que nos den energía y nos suministren las vitaminas, minerales y otras sustancias que necesitamos. Podemos dividir los alimentos en cuatro grupos principales: proteínas, hidratos de carbono, grasas y frutas y verduras crudas.
El grupo de hidratos de carbono incluye todos los cereales, patatas, maíz, azúcar y productos de pastelería. Aunque las frutas son un grupo aparte, algunas de ellas tienen altos niveles de fructosa, lo que requiere precaución con su consumo.
Los tipos de carbohidratos más importantes son los almidones y los azúcares, que son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo. Durante la digestión, se descomponen en glucosa y, por lo tanto, suministran energía al cerebro y al sistema nervioso central.
A pesar de la importancia de los hidratos de carbono para el buen funcionamiento de nuestro organismo, su ingesta debe ser moderada. Consumir muchos hidratos de carbono conlleva graves riesgos para nuestra salud, como aumentar nuestro peso, aumentar el azúcar en la sangre, aumentar el riesgo de diabetes. Por ello, debemos tener cuidado con la cantidad de hidratos de carbono que ingerimos a diario.
Los alimentos con mayor contenido de hidratos de carbono son la glucosa, todos los tipos de azúcar, la miel, la melaza, la harina de trigo y de maíz, la fécula de maíz, las mermeladas, los chocolates, los dulces y los helados. También otros dulces como pasteles, tartas, halva, bebidas dulces, espaguetis, macarrones y otros tipos de pastas.
Entre las frutas con mayor contenido de carbohidratos se encuentran los plátanos, uvas, manzanas y peras, naranjas, melones, melocotones, frutas deshidratadas, y entre las verduras se encuentran la patatas, la batata, el maíz y los guisantes. Diferentes tipos de arroz, frijoles y lentejas también tienen un alto contenido de carbohidratos.
Para funcionar correctamente y estar sano, nuestro cuerpo necesita hidratos de carbono. Son la principal fuente de combustible para nuestro cuerpo. La ingesta de carbohidratos con moderación nos ayudará a sentirnos bien.
Los expertos aconsejan centrarse en alimentos bajos en carbohidratos reemplazando los productos azucarados con zumos naturales, y reemplazando la harina blanca con otros cereales.
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