Los compuestos de sodio se encuentran en la corteza terrestre, el agua de mar, en forma de una impureza que tiende a teñir de azul la sal gema debido a la acción de la radiación.
El sodio es un metal alcalino dúctil, blando, de color blanco plateado y brillante al cortarlo (el sodio se puede cortar con un cuchillo). Cuando se aplica presión, se convierte en una sustancia roja transparente que cristaliza a temperatura normal. Cuando interactúa con el aire, se oxida rápidamente, por lo que es necesario almacenar el sodio bajo una capa de queroseno.
Cómo actúa el sodio en el cuerpo humano
El sodio tiene un efecto enorme en el cuerpo humano. Asegura el equilibrio agua-sal en las células del cuerpo. La digestión es imposible sin sodio en nuestro cuerpo, y los procesos excretores también son imposibles sin la participación del sodio. Este elemento químico ayuda a equilibrar el ritmo cardíaco. Con la ayuda del sodio, las sustancias importantes para el cuerpo humano se transfieren de una célula a otra. Por ejemplo, el sodio transporta el azúcar en sangre a cada célula de nuestro cuerpo. También asegura el funcionamiento normal del sistema nervioso.
Las propiedades del sodio y los beneficios para el organismo son:
- Normalización del metabolismo agua-sal;
- Activación de enzimas salivales y pancreáticas- Participación en la producción de jugo gástrico;
- Mantenimiento del equilibrio ácido-base normal;
- Generación de funciones del sistema nervioso y muscular;
- Acción vasodilatadora;
- Mantener la concentración osmótica de la sangre.
La necesidad diaria de sodio para adultos es de 550 mg, para niños y adolescentes, de 500 a 1300 mg. Durante el embarazo, el requerimiento de sodio por día es de 500 mg y, en algunos casos (sudoración profusa, deshidratación, ingesta de diuréticos), se debe aumentar.
Alimentos con sodio
El sodio se encuentra en casi todos los mariscos, pescados, huevos de gallina, cereales (trigo sarraceno, arroz, cebada, avena, mijo), legumbres (guisantes, judías), verduras (tomates, apio, zanahorias, repollo, remolacha), productos lácteos y las menudencias.
Absorción de sodio
El sodio se encuentra en casi todos los alimentos, aunque la mayor parte (alrededor del 80%) el cuerpo lo obtiene de la sal de mesa. Su absorción en el cuerpo humano se produce principalmente en el estómago y el intestino delgado. La vitamina D mejora la absorción de sodio, pero los alimentos excesivamente salados y ricos en proteínas interfieren con la absorción normal.
Síntomas de la deficiencia de sodio
La falta de sodio puede ser muy mala para el cuerpo humano. En muchos casos, puede provocar deshidratación de los tejidos, como resultado de lo cual se deteriora la función de todos los órganos internos. Posibles vómitos, náuseas, pérdida de memoria, trastornos mentales, apatía, taquicardia, diversas enfermedades renales (oliguria, anuria). La falta de sodio afecta en gran medida el trabajo del corazón, por lo que una persona desarrolla enfermedades del sistema cardiovascular y alteraciones del ritmo cardíaco.
Síntomas de la deficiencia de sodio
- deshidratación;
- pérdida de apetito, pérdida de la capacidad de distinguir gustos;
- vómitos, náuseas;
- dolor de estómago;
- formación de gases;
- mareos, fatiga, cambios de humor;
- debilidad y espasmos musculares;
- erupciones en la piel.
Síntomas del exceso de sodio
Al igual que una deficiencia, el exceso de sodio también puede ser peligroso para la salud humana. En el caso del aumento de la ingesta de sal y de los alimentos procesados con sal añadida, se produce retención de líquidos en el organismo. Esto, a su vez, conduce a la formación de hinchazón, ojeras, bolsas debajo de los ojos y, a veces, aparecen calambres. La persona se vuelve irritable, nerviosa. El exceso de sodio dificulta el trabajo del corazón y aumenta la presión arterial. La ingesta elevada de sodio en forma de sal también agotará las reservas de potasio, calcio y magnesio. Por eso se deben consumir alimentos ricos en sodio, pero con moderación.
Los síntomas del exceso de sodio son:
- hinchazón;
- sed intensa;
- enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos (posible accidente cerebrovascular);
- enfermedades renales, hipertensión;
- hidropesía (ascitis) - presencia de líquido libre en la cavidad abdominal
- reacciones alérgicas.
Las estadísticas muestran que las personas consumen más sodio con los alimentos del que deberían. Por tanto, muy a menudo hay un exceso, no una falta, de sodio.