Las uvas son una de las frutas más deliciosas y beneficiosas para la salud. El zumo de uva ocupa uno de los primeros lugares entre otros zumos de frutas, gracias a su alto valor nutricional y su efecto extremadamente beneficioso para el organismo humano.
Resulta que un litro de zumo de uva tiene un valor nutricional comparable al de aproximadamente 300 gramos de pan, 2 kilogramos de zanahorias, 2 kg de melocotones, 3 kg de sandía y 1.5 kg de manzanas.
Los especialistas recomiendan el extracto de uva especialmente para personas con problemas de hígado y vías biliares. También es un buen remedio para la hepatitis aguda y crónica, la cirrosis y la enfermedad de cálculos biliares.
La mayoría de los naturópatas recomiendan varios meses de ingesta regular de la bebida, aumentando gradualmente su cantidad. El motivo del aumento gradual es la preservación del funcionamiento normal del hígado, que no debe sobrecargarse con grandes cantidades.
Las enfermedades renales también pueden aliviarse gracias al extracto de uva. Las personas con nefritis aguda y crónica, cálculos renales y pielonefritis mejoran después de tomar el jugo de uva. Para obtener resultados tangibles es necesario el consumo diario de 1.5 litros de zumo de uva o mosto.
El alto contenido de glucosa hace que el zumo de uva sea también un buen remedio natural para los problemas cardíacos.
Las uvas y el mosto son productos dietéticos y su ingesta regular en cantidades razonables puede mejorar el metabolismo.
Otras condiciones adversas en las que se recomienda la ingesta medicinal de jugo de uva son la artritis y la gota.
El zumo de uva se utiliza con mucho éxito para enfermedades de la piel, los pulmones, infecciosas, intestinales y otras.
También es muy bueno para la recuperación de organismos débiles y agotados despues de sufrir una enfermedad grave. La dosis diaria recomendada para una buena salud es de 500 ml de zumo de uva al día.