La soja es uno de los alimentos más populares entre los veganos y vegetarianos. Con ella se preparan diversos productos, uno de los cuales es la harina de soja. Con la ayuda de la soja, se obtiene harina, que es extremadamente saludable. La peculiaridad de la harina de soja es que se distingue por un porcentaje bastante alto de contenido de proteínas. Varios expertos consideran que la masa adquiere cualidades particularmente buenas si la harina de soja se mezcla con la misma cantidad de harina de trigo. La harina de soja está hecha de soja tostada y descascarillada que luego se muele hasta obtener un polvo fino.
La harina de soja se encuentra en dos variedades: entera y desgrasada, siendo el segundo tipo mucho más común. En la harina desgrasada, todos los aceites se han eliminado durante el procesamiento. Ambas harinas tienen beneficios para la salud, pero las desgrasadas aportan más calcio y proteínas.
Composición de la harina de soja
La harina de soya es una gran fuente de proteína de soya de alta calidad, fibra e importantes componentes biológicamente activos como las isoflavonas. Los dos representantes más importantes de las isoflavonas que se encuentran en la harina son la daidzeína y la genisteína. Aporta al organismo grandes cantidades de potasio y hierro, fósforo y magnesio.
También contiene vitaminas del grupo B. La cantidad de grasa en la harina de soya es pequeña, solo el 2%. Es rica en ácidos grasos omega-3 y omega-6, que son muy beneficiosos para el sistema cardiovascular. No contiene colesterol, ni gluten.
Selección y almacenamiento de harina de soja
En nuestro país, la harina de soja aún no cuenta con muchos adeptos. Se puede comprar en tiendas orgánicas especializadas.
Almacene la harina de soya en recipientes herméticos donde pueda permanecer apta para el consumo hasta por 1 año. Lo mejor es guardarla en la nevera. Si no lo almacena correctamente, la vida útil se reduce drásticamente.
Harina de soja en la cocina
La mayoría de las veces, la harina de soja se usa en combinación con harina de trigo normal. Por ejemplo, se puede usar para masa de pizza casera o panqueques deliciosos. La harina de soja es especialmente adecuada para hacer pan y pequeños galletas. En estas recetas, la harina de soya debe ser alrededor del 30% de la harina de trigo o harina de centeno. Siempre revuelva bien la harina de soya antes de usarla.
Varios cocineros usan harina de soya para espesar salsas cremosas, la usan para leche de soya casera o para freír/rebozar. Freír con ella reduce la cantidad de grasa que se suele ingerir con las frituras. La harina de soja es adecuada para hornear, como se vio después. Añade una buena cantidad de proteínas a los productos horneados caseros y los mantiene frescos durante mucho tiempo.
Otras ventajas de los productos horneados que contienen cierta cantidad de harina de soja son el color dorado, la textura fina, la ternura y el buen sabor. Aquí es importante señalar que la harina de soya debe usarse en productos horneados que no requieran levadura (panes rápidos, muffins, etc.)
Tenga en cuenta que los productos horneados que contienen harina de soya tienden a dorarse más rápido, por lo que puede ser necesario acortar el tiempo de horneado o bajar la temperatura. Además, la harina de soya es un buen sustituto de los huevos en productos horneados. Una cucharada mezclada con 15 ml de agua reemplaza 1 huevo.
Beneficios de la harina de soja
La harina de soja es beneficiosa para el sistema cardiovascular gracias a su contenido en ácidos grasos omega-3 y omega-6. Dado que no contiene colesterol, es especialmente valiosa para las personas que tienen niveles altos de colesterol o sufren de obesidad. Según algunos estudios, la isoflavona genisteína contenida en la harina ayuda a prevenir la formación de coágulos de sangre, placas en las arterias, accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón. Esta harina no contiene gluten, por lo que es ideal para personas con intolerancia al gluten.
Las mujeres menopáusicas también pueden incluir harina de soja en su menú. La harina de soya puede reducir los sudores nocturnos, los sofocos, la irritabilidad y los cambios de humor.
Dado que la harina de soya es rica en calcio, también sirve para mantener huesos y articulaciones sanos. Además, contiene boro y magnesio, que aumentan aún más el efecto del calcio.