El té de escaramujo es uno de los medicamentos más antiguos utilizados en la medicina popular de muchos países. Está hecho del fruto del arbusto escaramujo, que aparece después de la caída de las flores. Todos los tipos de escaramujos son comestibles y difieren solo en su sabor.
Además de los frutos, los pétalos de la planta también se pueden utilizar para elaborar decocciones, infusiones y tés. La infusión de escaramujo se caracteriza por un sabor ligeramente agrio y refrescante.
Hay evidencia del uso de escaramujos en la medicina desde la antigüedad. En la actualidad se siguen realizando investigaciones que prueban una serie de efectos beneficiosos que pueden aportar a nuestro cuerpo y organismo.
100 g de escaramujos contienen hasta 1000 veces más vitamina C que los cítricos. Es una excelente opción para estimular el sistema inmunológico. También previene y cura una serie de enfermedades. Los escaramujos contienen vitaminas A, K, D y E, así como los minerales calcio, magnesio, potasio y manganeso.
Además, la fruta de la rosa mosqueta también contiene riboflavina (vitamina B2), ácido cítrico y málico, carbohidratos, así como una pequeña cantidad de proteínas y grasas. He aquí por qué y cuándo tomar té de rosa mosqueta.
Para la gripe y los resfriados. Son los altos niveles de vitamina C en los escaramujos los que estimulan el trabajo del sistema inmunológico. Para protegerse, tome té de escaramujo dos veces al día. Si ya está enfermo, reduce drásticamente el tiempo de recuperación. Alivia el dolor de garganta, la congestión nasal y pulmonar.
Para mejorar la digestión. Protege contra la diarrea, disentería y gastroenteritis. El té de escaramujo limpia las toxinas y apoya las bacterias saludables normales en el tracto digestivo.
Para el insomnio, el cansancio y los problemas menstruales. Tomar té de escaramujo mejora el sueño y aumenta los niveles de energía. Muchas mujeres informan que les ayuda a mantener sus períodos regulares, sin dolor e incluso las hace más fértiles.
Para dolores articulares. Los escaramujos alivian el dolor en la artritis, la artritis reumatoide y la osteoartritis. Sus sustancias valiosas ayudan a limitar la inflamación en las articulaciones que inicialmente causan el dolor.
Para infecciones del tracto urinario y cálculos renales. El té limpia las toxinas de la vejiga y descompone las piedras pequeñas. Actúa como diurético y previene el aumento de peso.
Para problemas del sistema nervioso central. Algunas tazas de té al día alivian los síntomas de ansiedad, nerviosismo, depresión y otros problemas mentales.
