La aronia o aronia negra es conocida por sus numerosos beneficios para la salud. Contiene diversas vitaminas del grupo B, ácido ascórbico (vitamina C), elementos básicos como hierro, cobre, manganeso, etc. Contiene todo tipo de azúcares y pectinas.
Gracias a todo esto los beneficios de la aronia no son pocos, pero no a todo el mundo le gusta en su forma natural, es decir, directamente de la rama, ya que tiene una gran astringencia y viscosidad. Además, produce abundante fruto y es bueno almacenarla durante el invierno sin perder sus valiosas cualidades. Uno de esos métodos es hacer vino de aronia casero.
El vino de Aronia es delicioso y fragante, sobre todo si es elaborado con tus propias manos. Además, la bebida de aronia negra favorece la buena salud. Una serie de propiedades beneficiosas para la salud pasan de la fruta al vino, convirtiéndolo en un medicamento para el colesterol alto, la inmunidad baja, los picos de presión arterial, la fragilidad o laxitud de las paredes de los vasos sanguíneos.
Sólo hay un pero. Para que el vino de aronia sea beneficioso para la salud, se debe beber con mucha moderación: una cucharada sopera 30 minutos antes de las comidas (diariamente) o no más de 75-100 ml al día.
Hacer vino de aronia no es difícil. Los pasos son básicamente idénticos a los de cualquier otro vino casero: recogida del fruto, elaboración, triturado, fermentación, filtrado y crianza. Pero hay una serie de sutilezas y matices, sin los cuales, en lugar de un sabor real, se puede obtener una bebida con un sabor, color y, lo más importante, beneficios dudosos.
¿Cómo hacer un buen vino de aronia? Hay tantas recetas de vino de aronia como recetas de cualquier otro vino de cualquier otra fruta. Pero las etapas de su elaboración se repiten y son idénticas a prácticamente todas las recetas. Es por eso que veremos la tecnología de elaboración de vino de aronia negra según una receta clásica.
Componentes:
- 10 kilogramos de fruta de aronia;
- 2 kilogramos de azúcar (o 1 taza por 1 kilogramo de fruta);
- 100 gramos de pasas sin lavar;
- 2 litros de agua previamente hervida y enfriada.
Tecnología y matices
En primer lugar, seleccionamos vasijas/recipientes para la elaboración del vino en todas las etapas. Deben ser esmaltados (sin daños) o de cristal/vidrio.
En un día seco y preferiblemente soleado, recolectamos las bayas de aronia ya bien maduras. Las pesamos y, sin lavar, machacamos la cantidad necesaria con las manos o con una prensa de madera. El puré resultante se coloca en un recipiente con una capacidad de al menos 10 litros. Agregamos azúcar (1 kg) y un puñado de pasas sin lavar. Mezclamos nuevamente, tapamos y colocamos en un lugar cálido durante 7 días. La temperatura óptima será de 19 a 24 grados.
Al mismo tiempo, no te olvides del detalle: debes revolver la mezcla a diario para que no se enmohezca. Después de una semana, el jarabe de aronia y el puré finalmente se separarán y aparecerá espuma en la superficie.
Primero, trabajarás con la pulpa: hay que recogerla y exprimirla con una gasa (o una prensa). Pero no tires la pulpa restante, aún la necesitarás.
Luego se trabaja con el jugo: se filtra con una gasa todo el resultado y se vierte en un recipiente donde fermentará el vino. En este recipiente se instala un sello de agua en la parte superior o se coloca un simple guante de goma comprado en una farmacia.
Al mismo tiempo, cubre el resto de la pulpa de fruta con agua tibia y agrega la segunda mitad del azúcar, luego mezcla todo con mucho cuidado. Tapa y deja otros 7 días en el mismo lugar cálido, lejos de la luz solar y sin olvidarse de revolver de vez en cuando.
Después de 7 días, filtra la segunda porción, llena de agua y ya fermentada, sin exprimir. La pulpa ya le ha dado todo lo valioso al líquido. Ahora es necesario verter el líquido resultante en el recipiente donde ya está en marcha el proceso de fermentación. Para hacer esto, debe quitarse el guante, verter el líquido y ponerse otro guante.
Todo el minucioso trabajo consiste en que, después de mezclar los líquidos, el futuro vino se debe filtrar cada dos días, escurrirlo a través de una fina manguera de goma (como si fuera un gotero) a un recipiente limpio y volver a ponerse un guante. Repita este proceso hasta que se detenga la fermentación y el vino esté completamente libre de sedimentos.
Cuando ya tienes una bebida limpia y pura, se debe embotellar, sellar y dejar a madurar durante 2 a 4 meses en un lugar fresco y oscuro. El vino de aronia casero resultante te sorprenderá con un sabor agradable y un lujoso bouquet de aromas, te aportará salud y sin duda llenará la colección especial de cualquier amante del vino. Su contenido alcohólico suele rondar el 12%. Puedes conservarlo hasta por 5 años.
La preparación del vino de aronia negra se puede realizar más rápido, pero no se puede hablar de los beneficios de dicha bebida. Un vino verdaderamente saludable requiere tiempo, paciencia y diligencia.
