El metabolismo es esencialmente el proceso de convertir los alimentos en energía. Cuanto más rápido sea el proceso, más calorías quemará nuestro cuerpo. Un metabolismo equilibrado es importante para mantener un peso saludable.
El estilo de vida puede crear problemas para los procesos metabólicos. ¿Cuáles son los malos hábitos que ralentizan el metabolismo?
La falta de movimiento
La vida sedentaria puede reducir la cantidad de calorías quemadas durante el día. Sentarse todo el día en un mismo lugar delante del ordenador o en el escritorio tiene un efecto negativo tanto en el metabolismo como en la salud general.
No es necesario ir al gimnasio para quemar calorías. Incluso caminar y subir escaleras puede ayudar. Esta actividad se conoce como termogénesis sin ejercicio. La mayor parte del movimiento durante la semana es suficiente para el metabolismo.
No dormir lo suficiente
La falta de sueño es la causa de enfermedades como la diabetes y la depresión, así como de un mal metabolismo. La falta de sueño provoca una disminución de los procesos metabólicos y para normalizarlos se necesitan 12 horas de sueño continuo.
El metabolismo empeora y cuando el sueño nocturno se sustituye por el sueño diurno. El reloj interno se altera y esto afecta al metabolismo, que cae un ocho por ciento.
Ingesta de demasiadas calorías
Demasiadas calorías ralentizan los procesos metabólicos. Con una reducción drástica de las calorías, el cuerpo siente escasez y reacciona ralentizando el metabolismo. Esto no es útil porque el cuerpo intenta ponerse al día y ganar peso más rápido.
Falta de proteínas
La comida rica en proteínas es muy importante para tener un peso saludable. Crea una sensación de saciedad y aumenta la tasa de quema de calorías. Por tanto, no se deben descuidar las proteínas.
Comer alimentos ricos en proteínas puede acelerar el metabolismo en un tercio.
Bebidas con mucha azúcar
Todo el mundo sabe que las bebidas azucaradas son malas para la salud. A las enfermedades que traen consigo podemos sumar la diabetes y la obesidad. La fructosa ralentiza el metabolismo. El consumo excesivo de fructosa estimula al hígado a almacenar grasa. Las bebidas con fructosa se pueden sustituir por batidos y zumos naturales y principalmente por agua. El agua aumenta el metabolismo en un 30 por ciento.
La importancia del ejercicio físico
El entrenamiento de fuerza aumenta la masa muscular y acelera el metabolismo. Incluso los esfuerzos mínimos en esta dirección dan un efecto visible.
Estrés
Cuando el estrés aumenta, el cuerpo produce cortisol. Aumenta el apetito, principalmente por alimentos poco saludables. No siempre podemos controlar nuestros niveles de estrés, pero dormir bien, hacer ejercicio y descansar son poderosas acciones antiestrés. Ayudarán al cuerpo a deshacerse del desequilibrio metabólico.
