El caqui es una fruta única que no a todo el mundo le encanta, pero es tan beneficiosa para la salud que no merece ser descuidada. El fruto divino es una bomba de vitaminas conocida desde hace siglos por sus propiedades curativas.
Esta planta exótica proviene de la familia Ebanaceae. El camino de la joya naranja partió de Japón y China y llegó a América y el mar Mediterráneo en el siglo XVIII, y su primera visita a Europa se remonta a 1935. Es característico de este tipo de fruta que se cultiva principalmente en las zonas subtropicales, ya que la mayoría de las variedades soportan temperaturas extremadamente bajas.
Debido al alto contenido de taninos, los europeos durante mucho tiempo pensaron ingenuamente que el caqui no era apto para el consumo humano. En el pasado, los curanderos lo utilizaban para la recuperación de personas después de sufrir una enfermedad prolongada.
La mayor riqueza del caqui es el azúcar vegetal que contiene. Se recomienda para enfermedades del sistema cardiovascular, para la hipertensión arterial por su efecto diurético, dicen los entendidos.
El consumo de 3-4 frutas al día es suficiente para normalizar la sangre de forma natural y sin fármacos. El contenido de sustancias pectínicas tiene un efecto calmante sobre los dolores de estómago, ayudan con los problemas del tracto gastrointestinal y los taninos protegen la flora intestinal. El alto contenido de hierro, potasio y magnesio se recomienda para la anemia y problemas del sistema cardiovascular.
Los frutos del caqui también tienen un efecto excelente en las enfermedades de la tiroides, ya que son ricos en yodo. Se recomiendan principalmente para la tirotoxicosis. La fruta es un excelente medio para prevenir la aterosclerosis.
El caqui es una excelente opción para quienes han decidido perder peso antes de las fiestas de Año Nuevo. La fruta aporta valiosos nutrientes a quienes hacen dieta, no contiene muchas calorías y, sobre todo, sacia el hambre de forma eficaz y duradera.
Lo más recomendable es consumir caquis crudos y sin procesar, ya que de esta forma se conservan todas las vitaminas de las frutas. Sin embargo, con la deliciosa fruta divina se pueden elaborar incomparables postres, tartas, ensaladas de frutas y verduras, batidos, mermeladas y en general cualquier delicia que tu imaginación pueda crear.
