La guayaba es muy bien conocida en los países asiáticos, hoy en día también se aprecia en el mundo occidental especialmente por los grandes beneficios de la fruta para la salud. La fruta se parece a una pera, pero tiene una forma más redonda y su superficie exterior es de color verde claro, amarillo o marrón cuando está bien madura. Son frutos de temporada, de interior blanco o pardusco y semillas duras muy pequeñas. Las guayabas se comen crudas o en forma de deliciosas mermeladas o dulces.
Lo que hace que la fruta sea más sana y saludable es el hecho de que su capa exterior la protege tan bien que no necesita aplicar diversos pesticidas para su supervivencia.
La guayaba es muy rica en sustancias lastre (generalmente, representan carbohidratos y lípidos que depuran el organismo), además de vitaminas, proteínas y minerales, además no hay colesterol y son pocos carbohidratos digeribles. Satura el organismo durante más tiempo, por lo que es un alimento adecuado para diferentes dietas. A diferencia de otras frutas como manzanas, naranjas, uvas y otras, contiene menos azúcar, especialmente la guayaba cruda. Y por extraño que parezca, la guayaba es un primer auxilio para personas que necesitan ganar algunos kilos. Probablemente este doble efecto se deba a que es muy rica en nutrientes que regulan el metabolismo.
Entre las vitaminas se destaca la vitamina A, que sabemos que es muy buena e importante para la salud de los ojos. El consumo de esta fruta retarda la aparición de cataratas, la degeneración macular (una pequeña zona en el centro de la retina que nos permite ver con claridad) y la salud ocular en general.
Y la vitamina C, que se encuentra aquí, es cuatro veces mayor que la de las naranjas. Sabemos que esta vitamina aporta muchos antioxidantes que aumentan la inmunidad y protegen contra la propagación de radicales libres en el cuerpo, y de ahí a la aparición de enfermedades cardiovasculares o malignas.
La fruta se utiliza para la prevención del cáncer, la guayaba tiene la capacidad de inhibir (suprimir) el crecimiento y la metástasis (propagación) de las células cancerosas. Después de numerosos estudios, se comprueba que la guayaba es adecuada para tratar el cáncer de próstata, cáncer de mama y cáncer de cavidad bucal. El aceite preparado a partir de hojas de guayaba tiene un efecto curativo comprobado, digno de medir sus cualidades con otros medicamentos. Es rico en licopeno, un poderoso antioxidante que potencia el efecto contra las células cancerosas.
También contiene vitamina B3 y B6. La vitamina B3 puede aumentar el flujo sanguíneo y estimular la función cognitiva, y la vitamina B6 es un buen nutriente, especialmente para el cerebro y la función nerviosa normal.
La guayaba ayuda en el tratamiento de la diarrea, disentería, gastroenteritis. Contiene compuestos (astringentes) que se encuentran en la guayaba cruda y en sus hojas. Son de naturaleza alcalina y tienen propiedades antibacterianas y desinfectantes. Al momento de masticar, también apoya la salud de la cavidad bucal, fortaleciendo las encías y fortaleciendo el esmalte dental.
Además de para la diarrea, también es adecuada para el tratamiento del estreñimiento, que es otro caso del doble efecto de esta deliciosa fruta. Es rica en fibra dietética y sus semillas son excelentes laxantes (acción depurativa). Todo esto regula la peristalsis, ayuda al cuerpo a retener líquidos.
También contiene mucho cobre, por lo que regula la función de la glándula tiroides controlando la producción y absorción de hormonas.
Los beneficios no terminan ahí, la guayaba se agrega a los remedios para la tos y la gripe. La guayaba ayuda a mantener una piel sana, bella y firme, además reduce el colesterol en la sangre y disminuye la presión arterial.
Varios estudios indican que esta fruta es apta para diabéticos por la fibra dietética que contiene. Favorece la absorción de azúcar y reduce el riesgo de cambios bruscos en los niveles de azúcar en sangre. Está comprobado que la guayaba puede prevenir la aparición de diabetes.