Las ventajas del rebozado son muchas, pero la más destacable de ellas es que el producto rebozado o empanado consigue conservar su jugosidad. En general el rebozado se prepara frito.
Hay muchos tipos de rebozados que son adecuados para diferentes productos: para carne, para verduras. La mayoría de ellos son universales y también se pueden utilizar para quesos, diversas verduras, pescados y mariscos.
El más común de los empanados o rebozados es el que lleva huevo, harina, también se le puede añadir pan rallado. Es adecuado para rebozar todo tipo de productos y es una excelente opción para empanizar queso. Enrollar la pieza en huevo-harina o pan rallado-huevo.
Freír en aceite caliente. Después de que adquiera un color dorado, dale la vuelta. Este es el llamado doble empanado. La sencilla es un solo baño primero en harina, luego en huevo y poner en la grasa caliente.
Si quieres empanar queso con éxito, sin que se deshaga en la sartén, debes usar agua fría, pan rallado, harina y huevo. Primero mojas la pieza en agua fría, luego la rebozas muy bien en harina, luego la rebozas en huevo, luego en pan rallado, nuevamente en huevo y la pones en grasa muy caliente. De esta forma el queso mantendrá su forma.
El rebozado con cerveza se utiliza a menudo y es más adecuado para hacer empanados esponjosos. Gracias a la cerveza, los bocados, después de freírlos, se hinchan y quedan muy ricos y sabrosos. Necesitas huevos, harina, cerveza, sal, pimienta y si lo prefieres puedes añadir alguna que otra especia. Todo esto se mezcla en un recipiente y el espesor debe ser como la masa de crepes.
Mojas trozos de salchichas, cebollas, zanahorias, lo que hayas decidido cocinar y luego los pones en la sartén con aceite abundante, por supuesto escurriendo ligeramente por el borde del bol.
Y según la culinaria profesional, si acertaste con la proporción de rebozado, una vez fritas por un lado, los fritos se voltearán solitos por el otro lado.
Para el pescado también hay un cierto tipo de rebozado que hace que los filetes de pescado estén tiernos por dentro y crujientes por fuera. Para prepararlo necesitarás huevos, harina de maíz (es más sabrosa que la blanca) y leche fresca.
Todo esto se mezcla y se bate - las proporciones exactas son difíciles de decir - la mezcla debe quedar espesa - más o menos con el espesor de masa para hacer crepes.
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