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Cuánta sal debemos consumir para estar sanos

Nina NordNina Nord
Jedi
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Yordanka Kovacheva
Traducido por
Yordanka Kovacheva
Sal de mesa

La sal de roca y marina siempre ha jugado un papel importante para los humanos. No es solo una especia. La sal contiene elementos que determinan nuestro estado de salud.

Se cree que si no hubiera tenido sal a bordo de su barco para salar la carne, Colón no habría llegado a América. Los aldeanos saben que a las vacas les encanta lamer las manos humanas.

Los animales lamen las manos para absorber el sudor salado junto con los oligoelementos que contiene. Los animales también encuentran oligoelementos en sal de roca.

Pero la sal refinada que usamos todos los días no tiene oligoelementos, es solo sodio. Los animales se enferman gravemente si no tienen sal de roca que contenga iones de magnesio.

Las tecnologías modernas privan a la sal de sus elementos más importantes: yodo, magnesio, litio, selenio, zinc, plomo. Si valoras tu salud, usa sal de roca en lugar de sodio refinado.

Se cree que la sal marina contiene un complejo completo de oligoelementos, así como la sal de roca poco común. En caso de enfermedades renales, la sal está prohibida.

Diferentes tipos de sal

En caso de obesidad, también se debe limitar el consumo de sal, porque la sal retiene agua en el cuerpo. En caso de enfermedades cardiovasculares, tampoco se recomienda el consumo de sal.

El exceso de azúcar y carne actúa de la misma forma que la sal. Reduzca azúcar refinada, carne y sal, y si sala, hágalo solo con sal de roca o de mar.

Una persona sana necesita de cuatro a quince gramos de sal al día. Los hipertensos no deben exceder de más de un gramo de sal al día. Durante los días cálidos, es necesario consumir más sal.

Cuando suda, no solo pierde agua salada, sino también aminoácidos, vitaminas, sales minerales, calcio, potasio, cloro. Cantidad insuficiente de sal también afecta gravemente a nuestro cuerpo: aparecen sed, fatiga, espasmos musculares, pérdida de apetito, náuseas y vómitos.

Cuando una mujer está embarazada, le apetecen alimentos salados porque el feto succiona las sales de su cuerpo, ya que son necesarias para su desarrollo. La deficiencia de sal puede aumentar el riesgo de insolación.

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