Los malos hábitos alimentarios contribuyen significativamente a aumentar la presión arterial. Cuando una persona es de mediana edad, el aumento de la presión arterial es una parte natural del proceso de envejecimiento, que combinado con una mala alimentación puede provocar muchos efectos secundarios no deseados.
En los países desarrollados, entre el 15 y el 30 por ciento de todos los adultos sufren de presión arterial alta - hipertensión. La presión arterial alta ejerce presión sobre el corazón y las arterias, causando daños a los tejidos delicados. Es un indicador importante de enfermedades cardiovasculares, así como de enfermedades renales y oculares. Cuanto más alta es la presión arterial, mayor es el riesgo de arteriosclerosis (obstrucción/endurecimiento de las arterias), infarto de miocardio (ataque cardíaco) y accidente cerebrovascular.
La presión arterial aumenta al aumentar la actividad física. Sube durante el ejercicio o el estrés y baja cuando estamos en reposo. Además, la presión arterial aumenta con la edad y el peso; la obesidad es un factor contribuyente común. Una persona puede estar genéticamente predispuesta a la hipertensión. La presión arterial alta generalmente no causa síntomas perceptibles, pero sí causa daños invisibles en las arterias y los órganos. Llega un momento en que estos efectos no deseados se vuelven visibles, irreversibles, se han producido daños y el final puede ser fatal. No es casualidad que a la hipertensión se le llame el "asesino silencioso".
Consejos dietéticos para la hipertensión
Si sufres de presión arterial alta, aquí tienes algunas sugerencias prácticas para mejorar tus hábitos alimentarios y reducir la presión arterial.
Elige una dieta sana y equilibrada
En definitiva, el plan de alimentación ideal para bajar la presión arterial es rico en frutas, verduras y lácteos bajos en grasas saturadas. Los alimentos también deben ser bajos en colesterol, ricos en fibra, potasio, calcio y magnesio, y moderadamente altos en proteínas.
Reducir la ingesta de sodio (sal)
Comer demasiada sal o alimentos ricos en sodio provoca una mayor absorción de líquidos y provoca un mayor intercambio de sangre que ingresa a los confines del sistema circulatorio. También ejerce una presión adicional sobre las arterias (los vasos sanguíneos que se dilatan o contraen para regular la presión arterial y el flujo sanguíneo).
Como norma general se puede notar comer menos alimentos procesados y más alimentos frescos. El sodio se encuentra naturalmente en alimentos frescos como carne, nueces, cereales, frutas, verduras y productos lácteos y en cantidades mucho menores que en los alimentos procesados y enlatados.
Dieta DASH para la presión arterial alta
Seguir la dieta DASH funciona de maravilla para la presión arterial alta. El régimen fue creado por la nutricionista estadounidense Marla Heller y se traduce como Enfoque dietético para la regulación de la hipertensión.
En esencia, DASH es una dieta de 2 fases. Durante la primera fase, que dura 2 semanas, se debe reducir significativamente la ingesta de carbohidratos en el menú diario. Es un activador del metabolismo que necesita ser potenciado. Se permite el consumo de pescado y carne blanca de pollo, nueces y semillas crudas, legumbres, huevos y yogur. Se pueden comer todas las verduras, excepto las patatas, que son muy ricas en almidón. Están absolutamente prohibidos el azúcar, las frutas, los zumos de frutas y la miel.
En la segunda fase del régimen DASH, se recomienda una ingesta diaria de aproximadamente 2000 calorías. Conviene dividirlos en 2-3 porciones de productos bajos en grasas, 5-6 porciones de pescado o carne, 1-2 huevos al día.
Se permite incluir 2-3 porciones de fruta, pasta, arroz, avena y verduras crudas o al vapor. El azúcar y los productos azucarados son muy limitados y puedes tomar hasta 1 cucharada de azúcar por semana.
Tenga en cuenta lo siguiente
Las personas con presión arterial alta deben comer despacio, con frecuencia y en porciones más pequeñas. Recuerde que comer en exceso eleva aún más la presión arterial.
La alimentación debe ser variada y las comidas al día no deben ser inferiores a 5-6, y la cena debe realizarse al menos cuatro horas antes de acostarse. Un estómago lleno ejerce presión sobre el corazón y aumenta la presión arterial. Evite acostarse inmediatamente después de comer, ya que esto sólo empeorará el problema. Intenta caminar después de cenar.
Limita el consumo de alcohol
El abuso de alcohol conlleva una serie de riesgos, incluido el aumento de la presión arterial. Se cree que el alcohol en pequeñas cantidades reduce la presión arterial, pero a largo plazo, en grandes dosis tiene exactamente el efecto contrario. Los riesgos del consumo de alcohol son numerosos, por lo que lo mejor es dejar de beberlo por completo. Si toma pastillas para la sangre, no tome la taza bajo ninguna circunstancia, porque el efecto del medicamento pierde su sentido.
Limón contra la hipertensión arterial
El limón se encuentra entre los mejores remedios naturales para la hipertensión. Tiene un excelente efecto sobre los vasos sanguíneos, haciéndolos suaves y elásticos, y esto, a su vez, ayuda a mantener la presión arterial dentro de límites normales. Lo mejor es tomar el limón por la mañana en ayunas, para lo cual se diluye un poco de jugo fresco con un vaso de agua tibia. Además de mantener la presión arterial, el agua con limón tonifica todo el cuerpo.