Con la llegada de los fríos días de invierno, cada vez más tomamos tés e infusiones para calentarnos. Sin embargo, hay muchas reglas para preparar té que a menudo pasamos por alto.
Muchos de nosotros creemos que el té se debe tomar caliente. Sin embargo, esto puede provocar quemaduras en las mucosas de la boca, la garganta, el esófago y el estómago. Además, puede inflamar aún más el dolor de garganta.
El té debe tomarse ligeramente tibio y su temperatura no debe exceder los 56 grados. El propósito es que el cuerpo sude y elimine toxinas del cuerpo.
El té no debe dejarse en infusión por mucho tiempo.Esto priva a la bebida de sus propiedades beneficiosas, ya que los fenoles, lípidos y aceites ligeros de su composición comienzan a oxidarse. Se vuelve transparente y pierde su aroma y sabor. La dosis se debe dejar en remojo durante 5-10 minutos como máximo.
No es buena idea utilizar la misma hierba para hacer varias infusiones o tés. El primer té lleva hasta el 50% de las sustancias activas de sus ingredientes. Con cada infusión posterior, este porcentaje disminuye y, después de la cuarta, el líquido caliente tiene solo entre un 1 y un 2% de propiedades beneficiosas. Además, si el té se prepara varias veces, se corre el riesgo de que entren sustancias nocivas en él, ya que se liberan al final.
La hora de tomar el té también importa. Es mejor consumirlo entre 20 y 30 minutos antes de las comidas, porque tomar un té antes de las comidas diluye la saliva y los jugos gástricos. Si decides tomar té después de una comida, espera al menos 30 minutos, ya que tiene la capacidad de endurecer las proteínas y el hierro de los alimentos. De esta forma, son más difíciles de absorber por el organismo.
No se recomienda tomar té y medicamentos al mismo tiempo. El tanino del té, en combinación con medicamentos, forma un precipitado. Esto dificulta su absorción.
Mucha gente prefiere sustituir el café por té verde y té negro. Son extremadamente fuertes por los taninos que contienen. Sin embargo, si se excede, puede provocar insomnio y dolores de cabeza. Además, los tés fuertes no deben tomarse con el estómago vacío, ya que causan problemas en el bazo y el estómago.
El té, además de templado, también se puede servir frío. A diferencia del tibio, que se bebe para calmar y calentar, el frío aporta alegría y energía. Es bueno beberlo ligeramente frío, no demasiado helado.
