La fresa silvestre (Fragaria vesca L.) es una planta herbácea perenne de la familia de las rosáceas. Crece en bosques, prados y matorrales de todo el país hasta los 2000 m sobre el nivel del mar. Las hojas de las fresas silvestres tienen un tallo largo y consisten en tres folíolos ovados dentados. Las flores son blancas.
El fruto de la fresa silvestre consiste en pequeñas semillas que se ubican en la superficie del macizo floral carnoso. Florece en los meses de mayo/junio. La fresa silvestre es una fruta deliciosa pero también muy valiosa con beneficios comprobados para la salud. Se ha convertido en parte de la medicina popular tradicional en Bulgaria, donde no solo se utilizan los frutos, sino también las decocciones de la planta.
Composición química y nutricional de la fresa silvestre
La fruta fresca de fresa silvestre contiene aproximadamente un 9 % de azúcares /fructosa y glucosa/, ácido málico y cítrico, taninos, flavonoides, compuestos de antocianina, pectina, aceite esencial, ácido fólico, vitaminas del grupo B, caroteno, compuestos aromáticos ésteres, sales fosfóricas.
De los oligoelementos, las cantidades más grandes son de hierro, cromo, cobre y manganeso. Las hojas de fresa silvestre contienen vitamina C, taninos, flavonoides quercetina y quercitina, trazas de alcaloides.
Recolección y almacenamiento de fresas silvestres
Como decíamos, la fresa silvestre crece en prados, bosques y matorrales/arbustos. Las partes utilizables son tanto el fruto como las hojas. La recolección de los frutos se realiza arrancando solo la parte carnosa en tiempo seco.
Las fresas cosechadas se comen frescas o secadas en una secadora. Las frutas deshidratadas deben tener un color rojo oscuro, sin olor y un sabor agridulce. Las hojas se recogen por los tallos y se secan en cuartos ventilados.
Limpie bien la fruta fresca y elimine las fresas podridas o estropeadas. Puede guardarlas en el refrigerador hasta por 2-3 días colocándolos en un tazón y colocando una hoja de papel entre cada fila. Si lo desea, puede congelarlas para el invierno: espolvorear con azúcar y congelar en el congelador.
Usos y aplicaciones de las fresas silvestres
La fresa silvestre tiene excelentes cualidades gustativas y también es un valioso producto dietético. Las pequeñas frutas dulces se pueden comer tanto frescas como preparadas en diversas mermeladas, compotas y confituras. Además de para cocinar, la fresa silvestre se usa mucho en la medicina popular y en algunos productos cosméticos. La reina de las bayas silvestres, como llaman a la fresa silvestre, es increíblemente fragante y beneficiosa para la salud.
Beneficios de la fresa silvestre
La fresa silvestre dilata los vasos periféricos y baja la presión arterial en la hipertensión, aumenta la amplitud de las contracciones del corazón. Las decocciones de fresas silvestres fortalecen las contracciones de los músculos uterinos, por lo que se utilizan en enfermedades ginecológicas.
La fresa silvestre aumenta el metabolismo y tiene efecto antiinflamatorio en enfermedades como cálculos renales, biliares y vesicales, gota, inflamación de los intestinos y el estómago. Tiene un buen efecto diurético. Debido a la presencia de taninos y flavonoides las hojas de fresa silvestre tienen un buen efecto para eliminar la diarrea. Las hojas y especialmente los frutos son un buen remedio contra la avitaminosis y la anemia.
El fruto de la fresa silvestre actúa como cicatrizante de las úlceras gástricas y duodenales, la gota y la artritis debidas a la alteración del intercambio agua-sal. La fresa silvestre alivia la sed, mejora la digestión y ayuda con el estreñimiento. Además, las frutas apetitosas mejoran el trabajo del hígado y reducen el nivel de colesterol.
Para combatir el estreñimiento, el té de fresas silvestres secas es muy efectivo. Para ello, cubre un puñado de frutas deshidratadas con 500 ml de agua hirviendo y déjalas en infusión durante unos minutos.
El jugo fresco de fresas silvestres trituradas ayuda con el reumatismo y la glucemia, tiene un buen efecto desintoxicante. El tratamiento con este jugo dura unos 10 días.
El puré de fresas silvestres también se puede utilizar como una valiosa mascarilla curativa. Retrasan el envejecimiento y la aparición de arrugas, restauran la piel cansada. Otro producto cosmético muy eficaz y bueno es la crema de fresas silvestres. Para prepararla, vierte 250 g de fresas silvestres y 100 g de azúcar en una cacerola y déjalas hervir al fuego. Enfríelas y llévalas de nuevo a ebullición. Enfríe de nuevo y ponga la mezcla en el refrigerador. Se obtiene una loción para pieles grasas.
Daño que puede causar el consumo de fresas silvestres
Algunas personas no toleran el consumo de fresas. Si comen la fruta, pueden experimentar urticaria, picazón y otros signos de una reacción alérgica. Si aparecen tales síntomas, se debe consultar a un médico.
Las fresas silvestres tienen un efecto antitiroideo y si se consumen en cantidades excesivas pueden reducir la absorción de yodo por parte de la glándula tiroides.