El agave es una planta que parece un cactus. Crece en la naturaleza salvaje de América Central y del Sur, y su uso más popular es hacer el tequila de fama mundial.
El agave es más común en México y sus áreas vecinas, así como en las islas del Mar Caribe, América del Sur y Central. También se puede encontrar en el Mediterráneo. El agave ha sido importado a Europa desde el siglo XVII.
Aunque muy parecido, el agave no es un cactus y no tiene nada que ver. Pertenece a la familia de las liliáceas, y ahora incluso tiene su propia especie Agavaceae, que incluye más de 400 especies de agave. En México se distribuyen 400 especies del grupo, de las cuales en la actualidad solo se utiliza el Agave Tequilana /agave azul/ para hacer tequila. El primer licor que se produjo a partir del agave se conocía como vino mezcal, y hoy en día la categoría general a la que pertenece el tequila se conoce como mezcal.
El agave tiene hojas carnosas que están dispuestas entre sí como una roseta. Para extraer el néctar dulce del agave, que se utiliza como sustituto del azúcar, se debe extraer el jugo del corazón de la planta, que luego se filtra e hidroliza. El líquido resultante puede tener un color claro u oscuro, y su sabor depende de esto. El néctar de agave claro tiene un sabor más neutro, mientras que los néctares más oscuros tienen sabor y aroma a caramelo y son más dulces. También existe el sirope de agave crudo, que se produce a baja temperatura.
La parte aprovechable del agave es su corazón, del cual se obtiene el infame jarabe. De las hojas de muchos tipos de agave se producen hilos, cuerdas, aparejos de pesca e incluso papel de regalo.
Algunas partes del agave también se usan en la cocina: los tallos, las flores y las hojas son muy adecuados para ensaladas. El tequila se hace del corazón del agave azul, y la melaza se obtiene de algunos otros tipos de agave, y las bebidas alcohólicas se producen mediante la fermentación del agave.
Los primeros que conocieron el agave son los aztecas. Lo llamaron un "regalo de los dioses". El jarabe de agave se ha utilizado con éxito hace miles de años para endulzar diversas bebidas. También se la llamó "agua de miel" porque es más dulce que la miel, pero con una consistencia significativamente más líquida.
Composición del agave
El jarabe de agave se compone principalmente de glucosa y fructosa. El contenido de fructosa es muy alto, hasta un 90%. En comparación con otros productos que se utilizan para endulzar, el néctar de agave tiene un índice glucémico mucho más bajo: 27. El agave tiene una gran cantidad de vitaminas A, B, K, D y C, así como cumarinas, alcaloides, isoflavonoides similares a los estrógenos.
100 g de agave contienen solo 0, 15 g de grasa, 0, 52 g de proteína y 16 g de carbohidratos.
Selección y almacenamiento de agave
En los últimos años, el jarabe de agave también se ha hecho popular en el mercado español. Se puede encontrar en la mayoría de las tiendas orgánicas. Almacene el agave de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta.
Agave en la cocina
El jarabe de agave es adecuado para personas con una variedad de dietas: vegetarianos, veganos y carnívoros. También es adecuado para todos aquellos que se esfuerzan por una nutrición adecuada y saludable. La mayor ventaja del agave es que tiene un sabor muy suave y natural, y se descompone fácil y rápidamente. Casi no tiene aroma.
El sirope de agave se toma como sustituto del azúcar y la miel. Tiene todas las cualidades para ser un edulcorante, pero desafortunadamente no puede reemplazar completamente a la miel y todas las cualidades beneficiosas que contiene. Aún así, el agave es una excelente alternativa para las personas con alergias a la miel.
El agave se utiliza con éxito como edulcorante para el té y el café; forma parte de varias barritas proteicas, productos de panadería y pastelería, jaleas, mermeladas, yogur, bombones y panqueques.
La dulzura del agave es 1.5 veces mayor que la del azúcar. Se disuelve muy fácilmente incluso en bebidas frías. El agave es más adecuado para dar sabor a postres crudiveganos y batidos, porque en los productos horneados la dulzura del jarabe se evapora más o menos.
Beneficios del agave
El agave se usa en el tratamiento de una serie de enfermedades del sistema digestivo, incluidas las úlceras y diversas enfermedades inflamatorias de los intestinos y el estómago. El agave también es útil para la inflamación en la cavidad oral. La planta tiene propiedades calmantes que protegen las mucosas y aceleran la cicatrización del organismo.
El agave se utiliza para la bronquitis, la artritis, la inflamación de los ojos, los trastornos menstruales, las heridas y los cortes. El agave mezclado con pepitas de calabaza y chile amarillo es una mezcla muy útil para las personas que padecen la recurrencia de enfermedades que ya las aquejaban.
El agave tiene propiedades diuréticas, antisépticas, antiinflamatorias, aflojantes y fortalecedoras.
Se cree que hay un ingrediente importante en el agave que combate la calcificación en el cuerpo y protege contra la osteoporosis y otras enfermedades de las articulaciones. Regula el nivel de insulina en la sangre, protege contra el cáncer de colon.
El sirope de agave se absorbe muy rápida y fácilmente por el organismo. Su sabor es agradable, es apto para veganos y vegetarianos, y su índice glucémico es extremadamente bajo - 27.
Miel o jarabe de agave: ¿cuál elegir?
Muchas personas creen que el jarabe de agave es más beneficioso que la miel, y por eso en los últimos años han empezado a consumir este exótico producto. ¿Es esto cierto? Comparemos la miel y el jarabe de agave:
La miel es uno de los productos alimenticios más valiosos, el cuerpo la absorbe fácilmente y es rica en importantes vitaminas y minerales. Su composición incluye vitaminas (B1, B2, B3, B6, E, C, K), ácidos orgánicos, provitaminas y otros elementos valiosos que se encuentran en la sangre, pero en pequeñas cantidades.
Los carbohidratos de la miel se encuentran en forma de fructosa, glucosa y muchos disacáridos y trisacáridos. La miel también es rica en minerales, ácidos orgánicos y unos 20 aminoácidos. Todo lo anterior deja en claro que la miel es una opción mucho mejor que el jarabe de agave. Es una fuente sumamente valiosa de sustancias esenciales, pero no debe ser consumida por personas con intolerancia.
El precio del agave es superior al de la miel, que es otro plus del producto apícola.
Daños que puede causar el consumo de agave
Aunque tienen una serie de propiedades beneficiosas para el cuerpo, el agave tiene algunos aspectos negativos. En primer lugar, no tome el jarabe de agave en grandes porciones, y no de una sola vez. Debido a su alto contenido de fructosa, el agave puede causar enfermedades mucho más fácilmente que la glucosa. Tomado en grandes dosis, el jarabe de agave pierde por completo sus propiedades beneficiosas.
Esto se debe a que la glucosa se metaboliza en cada célula del cuerpo humano, mientras que la fructosa se metaboliza solo en el hígado. El consumo de un producto tan rico en fructosa puede contribuir al desarrollo de condiciones patológicas cercanas a la diabetes. Además, puede producirse el aumento de ácido láctico y úrico.
En casos severos, puede ocurrir acidosis metabólica. Otras consecuencias negativas asociadas al consumo excesivo de fructosa son la pérdida de zinc, potasio, hierro y magnesio. La fructosa puede aumentar el proceso de envejecimiento de las células.
El jarabe de agave tampoco tiene propiedades beneficiosas en su forma fermentada. El aumento del uso de fructosa puede conducir al envejecimiento prematuro de las células.
Todos estos efectos negativos se pueden evitar.
El consumo de 15 a 50 g de jarabe por día se considera completamente seguro, pero tenga en cuenta que en personas que no padecen enfermedades hepáticas y llevan un estilo de vida activo.
El agave se puede reemplazar por stevia, una hierba de sabor dulce que.
Ojo con la elección del edulcorante y no os dejéis engañar de que si es una alternativa al azúcar blanco, entonces es más buena para la salud. Infórmate sobre los posibles efectos secundarios de los edulcorantes para que no enfrentes dolencias de salud y exacerbación de ciertas enfermedades.
