El ajo es una especie clasificada dentro de la familia de las liliáceas (actualmente se encuentra en la de las amarilidáceas, aunque esto es muy discutido). Es un primo hermano de las cebollas y los puerros, tiene un aroma especifico y trae numerosos beneficios para la salud humana.
El ajo está compuesto de una cabeza llamada bulbo, dividida en gajos que comúnmente son llamados - dientes. Tanto los dientes como el bulbo entero están envueltos en capas delgadas de piel de color blanco o rosa. Los dientes en sí son de color blancquesino y, aunque tienen una textura firme, se pueden cortar o triturar fácilmente.
Originario de Asia Central, el ajo es una de las plantas cultivadas más antiguas del mundo, se produce desde hace más de 500 años. Los antiguos egipcios fueron de los primeros en cultivarlo y por lo tanto el ajo juega un papel importante en su cultura. No solo se consideraba que tenia cualidades sagradas y se colocaba en las tumbas de los faraones, sino que también se daba para el consumo a las personas que construyeron los pirámides para mejorar su resistencia, fuerza y salud. El ajo también fue venerado por los antiguos griegos y romanos, cuyos atletas consumían ajo antes de los eventos deportivos y los soldados antes de ir a la guerra.
En el siglo VI a. C., el ajo se había hecho famoso en China e India.
Durante milenios, el ajo ha sido la planta favorita de muchas naciones debido a sus propiedades culinarias y medicinales. Hoy en día, China, Corea del Sur, India, España, Estados Unidos se encuentran entre los principales productores de ajo con fines comerciales.
Hace tiempo que se descubrieron las propiedades antimicrobianas del ajo. Ya en 1858, Louis Pasteur las confirmó, y en siglo XX, Albert Schweizer usó con éxito los ajos para tratas la disentería en África.
Composición del Ajo
El ajo es una excelente fuente de manganeso, vitamina B6 y vitamina C, proteínas y tiamina (vitamina B1), así como de los minerales fósforo, selenio, calcio, potasio, hierro y cobre. Aproximadamente 28 gramos de dientes de ajo contienen 42 calorías y 1, 8 g de proteína.
Recientemente, se descubrió en la composición del ajo el elemento germanio, conocido por sus propiedades antitumorales. El ajo contiene más de 200 ingredientes bioactivos, los más importantes son la aliina y la alicina.
Selección y conservación del Ajo
Para conservar al máximo el sabor y los nutrientes que contiene al ajo, es necesario comprarlo fresco y de buena calidad. También está disponible seco, en polvo o en forma de pasta. A la hora de comprar el ajo hay que asegurarse de que tenga una piel uniforme, que no esté blando, arrugado y que no hayan empezado a brotar las hojas. El ajo tierno (fresco) o seco se almacena descubierto en recipientes o cajas en un lugar fresco y oscuro.
Ajo en la cocina
En la cocina, el ajo se usa a menudo como especia y como ingrediente, tanto fresco como tratado térmicamente. Se añade a las sopas frías como gazpacho, tarator, la sopa de callos o guisos, aspic, las salsas de pescado, alioli, aliños, arroces y estofados. Ademas, el ajo es uno de los principales ingredientes de los encurtidos y conservas. A menudo se combina con perejil, que se cree que neutraliza un poco el fuerte olor.
Para que sea más fácil pelar los dientes, colócalos en una tabla de cortar y presiónalos el lado romo del cuchillo.
Es preferible sofreír o saltear el ajo a temperatura más baja durante un rato. Si se cocina durante demasiado tiempo a alta temperatura, se oscurece y se vuelve amargo, lo que puede estropear el sabor de la comida.
Cuando se pica, tritura machaca en una prensa de ajo adecuada, se liberan más aceites esenciales y su sabor es más intenso que si se corta en rodajas o láminas.
Si quieres hacer pan de ajo, frota las tostadas con un diente cortado y riega con aceite de oliva. Para eliminar el olor del ajo de sus manos, primero frótelas con sal o jugo de limón, luego lávelas bien con jabón.
Beneficios del ajo
Cortar o triturar los dientes de ajo estimula un proceso enzimático que convierte la sustancia vegetal allin en alicina, que es la razón de los grandes beneficios del ajo. Para permitir la máxima producción de alicina, debe esperar unos minutos antes de comer o cocinar el ajo ya picado o machacado.
Numerosos estudios han demostrado los beneficios potenciales del consumo regular del ajo para la presión arterial, la agregación plaquetaria, los niveles séricos de triglicéridos y los niveles de colesterol. El consumo regular de ajo también puede ayudar a estimular la producción de óxido nítrico en las paredes de los vasos sanguíneos. Las sustancias contenidas en el ajo también pueden ayudar a prevenir la arteriosclerosis y la diabetes, así como a reducir el riesgo de infarto o accidentes cerebrovasculares. Una de las razones por las que el ajo tiene tantos efectos beneficiosos es su capacidad de reducir la cantidad de radicales libres en la sangre.
El ajo, al igual que la cebolla, contiene compuestos que inhiben la lipoxigenasa y la ciclooxigenasa, enzimas que generan inflamación. Estos compuestos antiinflamatorios, junto con la vitamina C que contiene el ajo, ayudan a proteger en algunos casos el asma, así como a reducir el dolor y la inflamación en la artrosis y la artritis reumatoide.
Además la alicina, uno de los componentes responsables del olor característico del ajo, es un potente agente anti bacteriano y anti viral. Gracias a él, el ajo es un poderoso antibiótico e incluso está incluido en muchos medicamentos.
El consumo de ajo y cebolla reduce significativamente el riesgo de algunos tipos de cáncer, como cánceres de boca y faringe, esófago, cáncer colorrectal, cáncer de garganta, cáncer de mama, cáncer de ovario, cáncer de próstata y reduce el riesgo de carcinoma de células renales. El ajo también protege contra asbesto, que también es cancerígeno.
Medicina popular con ajo
Sin duda, el ajo es uno de los mejores antibióticos naturales. Puede ayudar con una serie de enfermedades y problemas de salud. Es extremadamente eficaz en la sinusitis persistente. Prepare un baño de vapor con 3-5 dientes de ajo triturados, luego póngalo en un recipiente con agua hirviendo. Se cubre con un paño limpio y se inhala. El procedimiento se realiza por la noche para diluir la secreción.
También se recomiendan las siguientes inhalaciones de ajo: Se remojan 4-5 dientes crudos en medio vaso de agua, luego se rallan finamente para obtener una papilla. La pasta se acerca a la nariz y se inhala. Esto destapa la nariz en casos de mucosidad persistente.
El ajo en combinación con la cúrcuma también es un remedio popular muy efectivo para destapar los senos paranaseles. Vierta un vaso de agua en una cacerola y caliente a fuego medio. Agregue 5-6 dientes de ajo y cocine durante unos 3-4 minutos. Luego agregue 1/2 cucharadita de cúrcuma y mezcle bien. La decocción se toma mientras aún está caliente.
El ajo es un remedio de uso común en la medicina popular y para las hemorroides. La terapia con jugo de ajo es una de las más comunes. Para este propósito, 2 dientes de ajo se trituran completamente para drenar el jugo y luego se filtran a través de una gasa. Mezclar con una cucharada de sal y dejar en el frigorífico durante varias horas. Luego se aplica sobre las hemorroides con un poco de manteca de cerdo. El procedimiento se realiza todas las noches. Sin embargo, si las hemorroides están sangrando, no se debe usar este método de tratamiento.
Daños que puede causar el ajo
El ajo no debe ser consumido por personas que tengan secreción gástrica aumentada, enfermedades de los riñones, la bilis y el hígado. No es recomendado para la lactancia y el embarazo. Las personas con alergia a alguno de los componentes del ajo también deben abstenerse de consumirlo.
El consumo demasiado frecuente de ajo puede dañar el tracto gastrointestinal. Es posible tener efectos secundarios como náuseas, acidez estomacal, gases.
El ajo fresco puede ser peligroso para las personas que toman anticoagulantes porque puede aumentar el sangrado e incluso disminuir la presión arterial.
Se cree que el ajo puede causar botulismo porque la toxina botulínica crece muy bien en el ajo crudo, especialmente si se sumerge en grasa y se deja en temperatura ambiente. Por lo tanto, se debe evitar su consumo.
